La contextualización consiste en explorar a través de preguntas
abiertas, las circunstancias en que una secuencia de hechos se produjeron. El
relato de las partes acerca de esos hechos contiene un significado atribuido
subjetivamente por aquellas. La pregunta del mediador no hace más que
equilibrar los posibles desbalances de poder entre las partes y colabora con el
proceso de transición del afianzamiento en la posición hacia los verdaderos
intereses o necesidades subyacentes. El mediador, al detectar el contexto que
emana del relato de las partes y en
función de ese significado atribuido por éstas, procede a la utilización
subsiguiente de otra herramienta comunicacional: la recontextualización, reencuadre o replanteo. A través de la formulación
de una pregunta circular o hipotética genera un contexto nuevo para el
significado atribuido por la parte, a ese hecho determinado. Esto conduce a la
adjudicación de nuevos significados que facilitaran el proceso de cambio en la
percepción del conflicto.
Durante el proceso de
mediación, considero diferentes momentos de intervención del mediador con fines
contextualizadores y
recontextualizadores:
- En la comprensión de la perspectiva de las partes, una vez expuesto
el parafraseo, el mediador puede formular preguntas de contextualización
(por encuadre preliminar), con el fin de obtener una mejor noción acerca
del contexto en base al cual la
parte relata los hechos.
Med: “¿Usted que quiere decir cuando afirma
que no le gusta la actitud que el papá está teniendo con los chicos?”
Mamá: “no me gusta porque siempre llega tarde
para llevárselos. Eso los pone ansiosos a los chicos y a mí me complica el
día”.
Aquí el mediador al formular la
pregunta abierta, moviliza a la mamá a que ésta brinde detalles acerca de esa
“actitud del papá”. La respuesta llevará al mediador a comprender mejor el
contexto en el cual la mujer expresa su descontento.
- En la redefinición del problema, el mediador procede a la exploración de intereses y necesidades.
Investiga acerca de las cuestiones que para la parte son importantes y
utiliza preguntas abiertas con el fin de obtener mayor información acerca del contexto. Estas preguntas “ya
están” en la mente de la parte. Son formuladas con “cuando”, “como”,
“cuanto”, lo que deriva en respuestas mas elaboradas. En el siguiente paso formula la pregunta de reencuadre a
través de una pregunta circular o una hipotética. De esta manera la parte
se ve movilizada a responder en función de ese nuevo contexto contenido en
la pregunta, y el resultado derivará, muy probablemente, en la revelación
de los intereses o necesidades de la parte.
Med: “¿Cómo planearía Usted el tiempo que
los chicos comparten con su papá?”
Mamá: “yo necesito que él cumpla con los
horarios, y si no puede, que venga menos veces por semana, así no me complica
tanto la vida y la de mis hijos”
Con la pregunta abierta se
exploran las necesidades de la mamá, conociendo mejor el contexto que ella
plantea.
Med: “suponiendo que el papá pase a buscar
a los chicos en un horario aceptable desde dentro de dos meses que es cuando él
afirma que va a comenzar con su nuevo trabajo con facilidades horarias, cómo
proyectaría el tiempo de los chicos con su padre?”
Mamá: “bueno, en ese caso, yo estaría
dispuesta a respetar la cantidad actual de días en que el padre se lleva a los
chicos, pero tenemos que ver qué hacer en estos dos meses”
Con la pregunta circular se
construye un nuevo contexto en el cual se moviliza a la mujer a percibir el
conflicto desde otra situación hipotética. A esta altura, habiéndose examinado
los intereses y necesidades de ambas partes (aparte los del papá, que no incluí
yo en este punto, sólo los de la mamá a modo de ejemplo) el mediador puede
proceder al punto que sigue.
- Una vez revelados esas necesidades de ambas partes, el mediador
plantea el reencuadre del conflicto,
formulando una pregunta circular que incluya la posibilidad de satisfacer
la combinación de las necesidades de ambas partes. Esta pregunta de
recontextualización es fundamental ya que su respuesta consiste en la
generación de opciones a través de la aplicación de la técnica del
brainstorming y la posible llegada a un acuerdo, previa evaluación y
selección de opciones en función de la aplicación de criterios objetivos y
subjetivos.
Med: “¿papá y mamá, si tienen en cuenta la
necesidad del papá de ver a sus hijos y de la mamá de ser respetada en los
horarios en que él se los lleva, qué opciones se le ocurren a ustedes que
satisfagan las necesidades de ambos?”
Se desarrolla el brainstorming,
seleccionan y evalúan opciones, analizándolas según criterios objetivos y
subjetivos y llegan a un acuerdo de partes: en estos dos meses la frecuencia
semanal del compartir del papá con los chicos será de sólo dos días (miércoles
y sábado de por medio) con horario de retiro de 18.00 hs. y 12.00 hs.
respectivamente, y a partir del tercer mes (nuevo trabajo del papá) será de 4
días (lunes, miércoles, sábado y domingo de por medio) con horario de retiro de
16.00 hs. (lun, mie) y 10.00 hs. (sab, dom). Satisfechos el papá con el tiempo
compartido con sus hijos y la mamá por los horarios incómodos pero frecuencia
reducida los dos 1º meses y el aumento de frecuencia pero respeto por los
nuevos horarios a partir del 3º mes.
Considero muy significativo el aporte de esta herramienta en el abordaje de conflictos familiares. Si tenemos en cuenta la carga emocional negativa que atraviesa la totalidad del sistema familiar con efectos nocivos principalmente en los niños a raíz de un divorcio como también la influencia de la historia, valores y mandatos propios de la singularidad de cada familia, provocan la emergencia de conflictos que trascienden la conyugalidad y afectan a todo el sistema familiar. Dichos conflictos muy probablemente escalen con el tiempo si no son apropiadamente abordados en mediación. Se suma a esta situación la influencia de la percepción subjetiva del conflicto, lo cual conduce a la disolución del marco de referencia común a toda la familia y a la construcción propia del contexto, por cada una de las partes en disputa. Descifrar esos contextos y replantear uno nuevo, común a todas las partes, es la tarea recontextualizadora del mediador. Así, la familia post-divorcio podrá recuperar su funcionamiento en base a un nuevo formato caracterizado por la igualdad.