viernes, 11 de febrero de 2011

Comediación efectiva: la excelencia a través del abordaje multidisciplinario


He llegado a la conclusión de que la Comediación interdisciplinaria o coconducción del proceso a cargo de mediadores con diferente formación profesional de origen, es la mejor y más completa opción de abordaje, justificado según las siguientes ventajas:



  • Mejora la escucha activa, ya que cuatro oídos con formación multidisciplinaria escuchan más y mejor que dos.
  • Amplía la diversidad de criterios en la percepción del conflicto planteado por las partes, por ende aumenta la posibilidad de ayudar a éstas a hallar solución a sus disputas.
  • Es un medio de aprendizaje único y presencial para el comediador principiante.
  • Los sentimientos de identificación, dependencia, ira y desconfianza de las partes no se centran en la figura de un solo mediador sino en dos. Por ende se diluye y se debilita la carga emocional al impactar sobre ambos… 
…lo que me conduce a exponer, a continuación, las condiciones bajo las cuales considero es posible lograr los mejores resultados esperados bajo esta modalidad.
El abordaje de la mediación a través de la comediación, esto es coconducida por dos profesionales con formación en diferentes disciplinas, verá el éxito sólo si se canalizan los esfuerzos en forma conjunta y hacia el logro de la máxima eficiencia posible.

Línea de interacción comediador - comediador: condiciones necesarias.
  • Compatibilidad:
    • Visión de la mediación o método de abordaje de la mediación, similar en ambos co-conductores. (en mi caso: Apuntar al acuerdo con base en el enfoque referencial)
    • Marcos de referencia socio-culturales ampliamente compartidos por ambos, Incluyendo especialmente los criterios éticos de:
      • Autodeterminación
      • Neutralidad
      • Confidencialidad
      • Calidad del proceso.
    • Sensación de comodidad.
    • Conformar, en lo posible, el “equipo ideal” de conducción del proceso. En función del género y de la formación profesional de origen de cada comediador, estaría conformado a mi criterio de la siguiente manera:
      • Co-Mediador abogado: Mujer
      • Co-Mediador no abogado: Hombre
Fundamento: considerando la conformación del cerebro humano como una unidad compuesta por dos Hemisferios: el izquierdo (uso de la razón) y el derecho (manifestación de las emociones), la dinámica de interacción entre ambos hemisferios es infinitamente superior en el cerebro de la Mujer que en el del Hombre. Por ende la comediadora-abogada dispone naturalmente del manejo fluido, constante, simultáneo y alternado, tanto de la razón como de las emociones, lo que le permite detectar con mayor rapidez aquellos contenidos del relato de las partes (y/o lenguaje corporal) que puedan reencauzarse hacia la detección de las necesidades de éstas y/o hacia la revalorización y reconocimiento entre las partes, a través de preguntas abiertas o circulares. Sin embargo, y dada la capacidad natural del hombre de fijar su atención plena generalmente en sólo un plano, el racional, garantiza la máxima neutralidad posible por lo que funciona entonces como complemento ideal. El comediador Hombre, no abogado sino formado en su origen profesional en disciplinas humanísticas (Psicología, Relaciones Públicas, Sociología, Trabajo Social, Docente, etc), aporta al sistema ese “plus” que agrega contenido al potencial aporte de la comediadora abogada. Aquel puede aportar su potencial interviniendo a través de la formulación de preguntas que refuercen aquellas formuladas por su colega mediadora. De alguna manera se logra así minimizar esa dinámica razón-emoción, natural en la mujer y que resulta de utilidad en principio, pero el anclaje en el aspecto racional permite profundizar en dichas detecciones y consolidar el mantenimiento de la neutralidad.
    • “nosotros” y no “yo”: Identificación con el equipo conductual.
  • Comunicación: antes, durante y después de la mediación.
  • Respeto mutuo.
  • Cooperación.
  • Alternado de roles.
  • Flexibilidad ante la diversidad de criterios.
  • Decisión conjunta acerca del tipo de intervención a efectuar según la situación que se presente durante el proceso (herramientas procedimentales y/o comunicacionales a aplicar según el caso)
  • Análisis constructivo del desempeño del equipo y de cada uno de los comediadores por separado a través de la observación y evaluación objetiva de la reacción del otro co-conductor frente a los hechos que ocurren.
  • Sugiero la “Mediación para comediadores” como alternativa de resolución de conflictos entre co-conductores, con el fin de mejorar y consolidar el desempeño del equipo, aprovechando las oportunidades de reconocimiento y revalorización, que se vayan presentando. Se puede hacer aquí una analogía con el psicólogo que es evaluado periódicamente por un colega.
  • Capacitación.

Línea de interacción comediadores – partes: condiciones necesarias.
  • Ubicación adecuada en la mesa de mediación.
  • Simultaneidad y espontaneidad en cada una de las intervenciones.
  • Igualdad jerárquica, funcional y protagónica.
    • En el caso de la modalidad “conductor experimentado – principiante presencial”: No se altera la igualdad jerárquica y protagónica ante las partes (Se conserva intacta la esencia de la comediación) Sí se redistribuyen las funciones.
  • Imagen profesional (es decir, la percepción de las partes acerca del desempeño de los comediadores, construida a partir del conjunto de mensajes que emanan del proceder de aquellos): sólida, positiva y progresivamente consolidada en el tiempo.
  • Abordaje Holístico: Concebir a las partes como individuos constituidos por cuerpo físico y cuerpo espiritual, promoviendo la bondad potencial e inherente a la esencia de la persona. Este concepto constituye el punto de partida en cuanto a la concepción de la naturaleza humana. Apuntar al conflicto pero sin desaprovechar las oportunidades de revalorización y reconocimiento que promuevan el cambio genuino de las partes y por ende un mejoramiento de la dinámica social, dentro y fuera del ámbito de la mediación.
  • Entrenamiento en el dominio de emociones negativas que puedan surgir en la persona del comediador como respuesta inconciente a cierto contenido del relato de las partes durante el desarrollo del proceso. Sugiero aquí la aplicación del I.R.A.M (restablecimiento del equilibrio emocional):
    • Identificación (Noto que algo negativo me pasa)
    • Reconocimiento (le doy nombre y apellido a la emoción negativa)
    • Aceptación (admito lo que me pasa y me propongo cambiar)
    • Manejo (domino la situación reemplazando la emoción negativa por una positiva).
  • Sesiones privadas: deben ser igualmente enriquecedoras del desarrollo del proceso, independientemente de si cada una de estas fueron conducidas por uno u otro o ambos mediadores.
  • Manejo adecuado de los desequilibrios de poder entre las partes, detectables a partir del lenguaje hablado (amenazas explícitas o encubiertas, tono de voz, manipulación, trato irónico o sarcástico, etc) o a partir del lenguaje del cuerpo (gestos con las manos/brazos, miradas, posición o manera de sentarse, silencios, gestos faciales, contacto visual, etc) Ante un caso semejante, procedería a invitar a la parte afectada a una sesión privada, sin su abogado en lo posible, para lograr la máxima eficiencia como resultado de la aplicación de preguntas abiertas que confirmen tal desbalance.

Med: “¿cuando discute a solas con su exmarido, cómo percibe Usted su participación en dicha discusión?”
Parte: “siento mucho miedo…la mayoría de las veces me amenaza con sacarme los chicos… me quedo sin palabras y cabizbaja.

Aquí confirmo la amenaza implícita y consulto con mi colega abogado la derivación al Organismo Judicial que corresponda, por violencia de género, o la derivación de la expareja a una consulta psicológica, especialista en la temática. Paso a suspender de inmediato la sesión de mediación ya que ante tal desbalance de poder entre los ex-cónyuges, no se encuentran éstos en condiciones de evaluar y decidir acerca del ejercicio de la parentalidad y del futuro de los hijos que tienen en común.

  • Flexibilidad en la conducción con partes pertenecientes a diferentes culturasHago referencia aquí a la cultura en su sentido más amplio, considerando el nivel de educación, costumbres, religión, ideología política, nacionalidad, status social, valores, tradiciones, etc. Es por ello que considero lógico recabar la mayor información posible acerca de la riqueza cultural de las partes a asistir, previo a la sesión de mediación.
Ej: supongo un caso en el que tengo acceso a ciertas costumbres de una familia en proceso de divorcio. Los integrantes de ese grupo practican el naturismo o nudismo, dentro de su hogar y en los lugares públicos y/o privados permitidos. Al contar anticipadamente con esa data, no va a causar en mí como mediador efecto negativo alguno el hecho de “descubrir” tal costumbre a través del relato de las partes. Mi psiquis ya estará preparada y muy probablemente no reaccionaré formulando compulsivamente alguna pregunta cargada de prejuicios a modo de repudio ante la práctica de dicha actividad. Considero que si el mediador, una vez recabada esa información de las partes, no se halla capaz de abordar el proceso de mediación sin poner en peligro el principio de neutralidad, debería de dar un paso al costado. Además, una pregunta prejuiciosa (directa o indirecta) del mediador, puede conllevar a la interpretación de la parte de tal pregunta, como un ataque, falta de respeto o denigración hacia su persona. Yo personalmente evaluaría seriamente la opción de retirarme como parte, si viviera una situación semejante.

  • Comunicación con los abogados de las partes: respetar y promover la participación de los letrados, aprovechando el potencial aporte profesional que puedan brindar y legitimando su figura y rol dentro de la dinámica del proceso, sin olvidar que las partes representadas son las verdaderas y únicas protagonistas.
Abogado de parte (se dirige a la parte): “No, a Usted le va a convenir ir a juicio, no acepte en absoluto semejante propuesta!!! (de la contraparte)”
Mediador: “Mire, Dr. Pérez, yo comprendo perfectamente su situación, entiendo que en esta sesión Usted está seriamente comprometido con su rol de representante legal del Sr. González, pero déjeme recordarle que González y su contraparte son los únicos y verdaderos protagonistas en esta sala, por eso le pido que tenga paciencia y le dé tiempo al Sr. de evaluar con tranquilidad las opciones que se vayan presentando. Gracias Dr. Por su comprensión!”

A mi entender, los profesionales abogados fueron tradicionalmente formados para la confrontación y la imposición. Sin embargo la mediación necesita de una mirada muy diferente que amplíe el abanico de oportunidades para el abordaje de los conflictos inherentes a las redes sociales humanas. La mediación debe ser conducida no sólo por abogados, sino que debe contar con la co-conducción de psicólogos, relacionistas públicos, trabajadores sociales, etc, con la adecuada capacitación en esta temática. Las probabilidades de éxito en el abordaje de la negociación asistida por terceros neutrales, aumentarán notablemente si se materializa desde la perspectiva multidisciplinaria. 

Bibliografía de apoyo: “co-mediación” V. Aloisio

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